Como a mucha otra gente me encantan las series. De la misma manera que me encanta la literatura, seguir una buena historia en la televisión a través de una serie es uno de mis grandes placeres. Me gusta ver cómo se desarrollan las historias, como crecen los personajes y descubrir ecos y guiños en ellas. Muchas veces me inspiran, me hacen pensar o me hacen buscar información sobre cosas de las que tratan. Hace más de 10 años el periódico británico The Guardian publicó un artículo en el que ligaba el gran aumento de matriculaciones en los estudios de Física al éxito de la serie The Big Bang Theory. Algo similar había ocurrido unos años antes con la popularidad que alcanzaron los estudios criminalísticos tras el éxito de la serie CSI. Otras series como Black Mirror, Dark, Stranger Things o Expediente X tienen también muchos episodios basados en elementos científicos que utilizaban más o menos fielmente o totalmente distorsionados para recrear o afianzar la trama. Soy de las que a veces v...