Desde hace algo más de una década nuevos envases están poblando nuestros supermercados. envases que mantienen e, incluso, alargan la vida útil de los alimentos sin perder sus propiedades organolépticas y sin tener que ayudarse de más aditivos o conservantes. Son los envases activos e inteligentes.
Si te presentan a una nueva persona y te dicen de ella que es activa e inteligente seguro que te sientes atraída por ella inmediatamente. Pues, valgan las distancias, lo mismo ocurre con los envases activos e inteligentes. Porque, a ver, se sincero ¿prefieres un filete en un envase normal, con el riesgo de que a los dos días pierda su bonito tono rojo y se convierta en marrón por la oxidación o uno que siempre parece recién sacado de la sala de despiece? ¡No hay color!, nunca mejor dicho. Este tipo de envases ha triunfado entre los consumidores aunque aún es poco conocido porque nos promete mayor vida útil pero sin agregarle ningún componente al propio alimento lo que está visto como más "sano y natural" por la población en general. Por supuesto y como con todo lo que tiene que ver con la alimentación, este tipo de envases posee su propia regulación desde 2009.
Dentro de esta nueva tipología de envases activos está el curioso procedimiento para lograr esa espuma cremosa tan peculiar, como de tirador, de las latas de cerveza Guinness. En este caso, cada lata posee un pequeño dispositivo lleno de nitrógeno líquido que se libera lentamente por un pequeño orificio tras la apertura de la lata y que crea esa espuma tan característica de la marca.
La innovación en los envases no ha quedado ahí, también existen los envases inteligentes, que aportan al consumidor información sobre el estado de frescura del producto mediante tintas inteligentes que reaccionan ante cambios de temperatura o por fugas, por ejemplo. Estos envases son los que tienen indicadores, que pueden ser internos o externos, acerca de la trazabilidad, las propiedades y el estado del alimento que contiene. en la actualidad ya se utilizan códigos de barras, Qr o pegatinas de radiofrecuencia que pueden aportar esa información activamente al consumidor. A pesar de que los he buscado cuál detective en mi supermercado, no he logrado localizar ninguno de este tipo pero, tiempo al tiempo, estos envases llenaran nuestras neveras en breve.
El uso de este tipo de envasado activo e inteligente tiene innumerables ventajas tanto de seguridad para los consumidores finales del alimento que contarán con mayor información, como para las empresas que alargarán la vida de los productos y también para el medio ambiente ya que si sabemos len qué momento de su vida útil se encuentra un producto se puede prever mejor su consumo y reducir el desperdicio alimentario.
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