La imagen que proyectamos es una herramienta poderosa. Solemos asociar el éxito con gente guapa, sana, joven y feliz y los convertimos en modelos a los que parecernos. Es la tiranía de la imagen y de las apariencias. En esta época de redes sociales estamos acostumbrados a personas que utilizan su imagen para influir en otras, los llamamos influencers. Para el ser humano es importante formar parte de un grupo y estos personajes nos aportan alguien a quien admirar, a quien querer parecernos. Las marcas comerciales saben que es más sencillo llegar a convencernos de la necesidad que tenemos de consumir uno de sus productos si los usa una influencer , nos da confianza de que poseerlo es acercarnos más a ese ideal de persona que queremos ser. Los influencers no son solo cosa del siglo XXI. Usar la apariencia para transmitir poder es algo que las élites sociales han utilizado desde el principio de los tiempos. La imagen y cómo eran representados en los templos o palacios ha sido fundamen