Tener una cita es importante. Y no estamos hablando de First Dates sino de ciencia. Las citas son importantes en los artículos científicos porque es la base que normalmente les aporta rigor.
No es que todo esté inventado, pero casi. Las citas nos proporcionan rigor y conocimiento extra, así como una gran fuente de información del recorrido que las personas investigadoras que han trabajado en ese artículo han llevado hasta conseguir los resultados que en él se plasman. En los artículos científicos debemos poder saber si existen estudios anteriores en los que los autores se han basado, por ejemplo, o que quieren rebatir. Es importante citar en el artículo pero también lo es que te citen. De hecho existen estudios y artículos científicos que estudian las citas sobre un tema concreto o, incluso, rankings de los científicos más citados como el de la Universidad de Standford o este del CSIC.
Pongamos un ejemplo del número de citas en un artículo científico cualquiera, por ejemplo, este de Gómez Tabares y Correa Duque que lleva por título "La asociación entre acoso y ciberacoso escolar y el efecto predictor de la desconexión moral: una revisión bibliométrica basada en la teoría de grafos". Para empezar, diremos que se trata de un artículo que analiza la producción científica sobre este tema por lo que presuponemos que el número de citas puede ser elevado. Hagamos un recuento por secciones.
En conclusión, como solemos decir los historiadores hay que saber de dónde venimos para saber a dónde vamos y las citas que aparecen en los artículos son, de alguna manera y salvando las distancias, como las diferentes capas estratigráficas que van superponiéndose para lograr el resultado final de un estudio; una forma de línea del tiempo del desarrollo de la investigación.
"las autoras del artículo ha tenido que leer todos estos papers para poder realizar su estudio" Eso es lo que uno esperaría. No es que duda de estas autoras en concreto (que seguro que lo han hecho fenomenal), pero no es inhabitual sitar cosas que, en realidad, no te has leído. Quizá solo las has hojeado o, en los casos más "cutres", sabes de su existencoia porque las citan otros, pero ni siquiera las has tenido en la mano.
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