Todas las personas nos hacemos preguntas. Tú te haces preguntas por lo tanto eres una persona.
Esto está bastante claro ¿no? Pues esta frase tan básica, tan sencilla en su enunciado es un razonamiento fundamental para que podamos explicarnos muchas cosas del mundo que nos rodea. Porque sí, yo sé que tú también te haces preguntas profundas como las de la canción de Siniestro Total.
Las personas tenemos dos maneras de responder a estas preguntas. En algunos casos nos inventamos las respuestas (y a veces nos funciona, lo solemos llamar religión o mitología) y en otros observamos, estudiamos, experimentamos, pensamos y analizamos para obtener datos que nos permitan dar con la respuesta.
Esto no es algo nuevo, se lleva pensando así desde la Grecia clásica y al conocimiento en la antigüedad se podía acceder por dos métodos. A uno se le llamaba empirismo, que es el método que afirma que cualquier conocimiento procede únicamente de la experiencia y la observación y al otro método se le llamaba racionalismo donde se generaban leyes o hipótesis a partir del razonamiento y no de la experiencia, El empirismo en ciencia usa el método inductivo y el racionalismo el método deductivo. Estos dos métodos siguen utilizándose con éxito en la actualidad y para eso he seleccionado estos dos ejemplos sacados de noticias actuales.
Un ejemplo paradigmático de la ciencia inductiva es la secuenciación del genoma humano, pues bien, justo dos días antes de la publicación de este artículo apareció la noticia de que un consorcio internacional acababa de publicar la primera secuencia completa del genoma humano. Las investigaciones empíricas se basan en la observación directa y consignación de un número muy elevado de datos de la naturaleza para extraer alguna conclusión. En el caso del estudio previo de hace 21 años, se consiguió secuenciar el 92% del genoma pero quedó un 8% del total sin resolver debido a dificultades tecnológicas que se han solventado en la actualidad. Con esta observación empírica a partir de ahora se podrán realizar estudios que mejoren la medicina al poder mapear enfermedades y avanzar en tratamientos personalizados. Sin duda, este trabajo va a permitir un avance muy rápido en muchos campos relacionados con la evolución también.
Para buscar un ejemplo del método deductivo hemos elegido una noticia sobre astrofísica que habla de que la detección de metano en la atmósfera de un exoplaneta nos podría indicar la presencia de vida si también se detectan niveles elevados de CO2 y bajos de CO. La presencia de metano en un planeta es fácilmente detectable por el telescopio Webb, mientras que el oxígeno, cuya abundancia en la atmósfera de un planeta nos podría indicar que pudiera ser habitable, no es detectable con este aparato. Todo esto los investigadores lo han tenido que deducir de los estudios precedentes, No se ha podido experimentar si es cierto, pero desde la ley general que asocia la vida que conocemos en la tierra a la emisión de metano, el alto índice de CO2 y el bajo de CO infieren que, si estas mismas características se dieran fuera de la Tierra en un planeta similar al nuestro las posibilidades de que hubiera vida serían muy altas. Esta capacidad de predicción es una de las características de esta metodología de investigación.
El racionalismo y el empirismo son dos formas distintas de pensar y de acercarse al conocimiento de una forma racional y lógica, siempre que se apliquen con rigor. Ambas formas de aproximarnos a la comprensión del mundo están regidas por criterios y pautas propias de cada método, que deben seguirse para que las conclusiones puedan ser refutadas por otras personas y, en el caso de los experimentos, replicados para comprobarse. Cualquiera de los dos métodos, tal y como se aprecia en las noticias anteriores, son válidos para generar conocimiento científico.
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