Muchas personas a lo largo de la historia han aspirado a dejar huella en un deseo de buscar la perdurabilidad, de conseguir la inmortalidad. Lo intentan a través de sus obras, pero también de sus hechos, que quedan como vestigios para el recuerdo y que contarán sus sucesores. Una huella es una señal que deja un ser humano o un animal y que recuerda su presencia. Las personas con conocimientos de zoología pueden descubrir a través de los rastros y huellas la presencia de especies que son esquivas. Observándolos con detalle y conocimiento algunos de estos rastros como las egagrópilas pueden llegar a saber cuál es su dieta, siguiendo las huellas pueden descubrir las madrigueras y los refugios. Las huellas y los rastros parecen hechos para ser seguidos por alguien con alma de detective y actitud cabezota y perseverante que quiera tirar del hilo hasta desenredar la madeja del conocimiento que hay al final. En Historia y Arqueología abunda ese perfil de personas. Hacen excavaciones minucios