"Sé un par de cosas sobre extinción y déjenme que les diga que extinguirse es algo malo. Y provocar la propia extinción…¡en 70 millones de años es la cosa más ridícula que he oído nunca! Por lo menos nosotros tuvimos un meteorito pero ¿cuál es su excusa? Estáis en un desastre climático y gastáis millones subvencionando los combustibles fósiles. ¡Imaginaos que nosotros hubiésemos subvencionado meteoritos!" Estas son las palabras que pronuncia un dinosaurio que irrumpe en la Asamblea de la Naciones Unidas en un video editado por esta organización en el que invita a la ciudadanía y a los gobernantes a reducir el uso de los combustibles fósiles para mitigar el cambio climático.
La elección del personaje para hablar de este tema no es casual. Los dinosaurios fueron los protagonistas de la quinta extinción, la anterior a esta, desaparecieron de la faz de la Tierra tras los cambios climáticos que se produjeron por el incremento de la actividad volcánica y el impacto de un gran meteorito en el Golfo de Méjico. El Tiranosaurio nos dice claramente que somos los seres humanos quienes estamos provocando el calentamiento global y estamos sobre explotando el planeta, y con ello, estamos acelerando la extinción masiva de especies. En su caso, igual que en las otras cuatro anteriores extinciones que ha vivido nuestro planeta, estas se han debido a causas naturales y se han producido más lentamente, a lo largo de miles e incluso millones de años pero en el caso actual no es así.
El cambio de modelo económico y de forma de vida que trajo la Revolución Industrial ha creado un desequilibrio entre lo extraído de la naturaleza y su capacidad de regeneración. Nuestro modelo de vida actual nos lleva a consumir sin medida recursos que no son sustituibles. La combustión de hidrocarburos, tanto para el transporte como para la producción de energía eléctrica, envía gases y partículas a la atmósfera que están cambiando su composición, alterando el efecto invernadero y acelerando el calentamiento global.
Los seres humanos nos consideramos los seres más inteligentes que jamás han poblado este planeta pero estamos cavando nuestra propia tumba con estos comportamientos. Pero ser los artífices del desastre también tiene su rayo de esperanza. A diferencia de las anteriores extinciones masivas, en ellas, ninguno de los seres que estaba en peligro podía hacer nada para remediarlo pero nuestra especie sí puede. Si somos los actores provocadores también somos los que podemos ponerle remedio cambiando nuestro modo de vida. Eso es justamente lo que viene a decirnos este dinosaurio: el problema lo ha creado nuestra especie pero también es nuestra especie la única capaz de solucionarlo.
Dice el dinosaurio: “Es hora de que ustedes, los humanos, dejen de poner excusas y comiencen a hacer cambios”. ¿Estamos dispuestos a hacerle caso?
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