Contradecir una teoría con una nueva supone un reto y un ejercicio de valentía para las personas que trabajan en ciencia. Estudiar si estos sistemas de avance científico son válidos y nos acercan a la verdad es tarea de la filosofía de la ciencia.
Popper
decía que una nueva teoría es aceptable y desbanca a la anterior cuando está de
acuerdo con los hechos observados. Sin embargo, Feyerabend, el adalid del
pluralismo, lo critica porque Popper no toma en cuenta el cómo se hace la ciencia
en realidad. Para Feyerabend la creatividad, curiosidad y el gusto por intentar
nuevas cosas de la gente que hace ciencia es valioso y lleva al progreso. Ver
las cosas desde distintos puntos de vista puede hacer que se avance en
problemas no resueltos anteriormente cuando se ha abordado de maneras similares.
El encorsetamiento y excesivo dogmatismo es, para Feyerabend, un lastre que no
permite que las personas que ejercen su labor de investigación puedan
desarrollar todo su potencial y, por lo tanto, puedan hacer avanzar a la
ciencia. No hay en su concepción de búsqueda del conocimiento a través de la
investigación la distinción entre ciencia normal y la ciencia extraordinaria de
Kuhn. Su imagen ideal del trabajo científico es aquel en el que se desarrollan
las teorías existentes, pero dando cabida a la imaginación y otras formas de atacar
los problemas. Su pensamiento se denomina pluralismo porque cree en un conjunto
plural de ideas y de perspectivas, de creatividad, que debe fomentarse para hacer
ciencia.
Para
probar que el experimentar con imaginación e intentar refutar las teorías
anteriores puede llevar al éxito nos pone de ejemplo a Galileo. Cuando
describió su teoría de caída libre esta parecía que no estaba de acuerdo con el
heliocentrismo de Copérnico: si sube a una torre y tira un objeto, puesto que
la Tierra se mueve, el objeto deberá caer a cierta distancia de la base de la
torre. Pero Galileo aquí tiene que argumentar contra la experiencia al explicar
que la piedra que cae en su movimiento vertical adquiere la inercia de la torre
y el movimiento de rotación de la Tierra se hace imperceptible en él.
Abordar
los problemas desde otros puntos de vista, con imaginación y creatividad, sin
el famoso “método” también hace que la ciencia avance según Feyerabend.
Este
pensamiento plural me resulta muy familiar al pensamiento creativo de Howard
Gardner en el que atacar los problemas con creatividad es un tipo de abordaje
cognitivo que funciona como herramienta de adquisición del conocimiento.
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