Scientia/ciencia

Qué se entiende como ciencia es una pregunta que tiene distintos significados según desde dónde la hagamos. Si buscamos en un diccionario el significado del término ciencia nos dirá algo como “conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas” (Enciclopedia Salvat, 2003) o “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente” (Diccionario de la lengua española RAE).

Scientia es la palabra latina de la que viene nuestro término ciencia. Esta palabra para los romanos significaba conocimiento y se oponía tanto a los conceptos de práctica (praxis,πρᾶξις) como de creación (poiesis, ποίησις). Durante siglos, la ciencia ha sido epistemología, búsqueda del conocimiento, y se ha basado principalmente en esa búsqueda a través de la experiencia y el uso de la razón.

Sin embargo, al hablar de ciencia en el siglo XXI nos solemos referir a unas prácticas realizadas por un grupo de personas que tratan de explicar el mundo a través de las evidencias, en una búsqueda e investigación constante y que puede ser refutada y puesta a prueba.

Cuando se habla de ciencia en la actualidad normalmente se refiere a las ciencias naturales. Si recuperásemos el significado primero de la palabra, esa búsqueda del conocimiento, las humanidades y las ciencias sociales tendrían que estar incluidas también dentro de la ciencia en igualdad de condiciones ya que todas ellas buscan y crean conocimiento de manera constante, a partir de evidencias y pueden ser puestas a prueba por otras personas.

Las diferencias entre unas ciencias y otras serían, a mi entender, de método, puesto que, en la historia, por ejemplo, no solo se trata el hecho histórico concreto si no que se interpreta desde posicionamientos teóricos distintos y en ellos que media la cultura. En cambio, en las ciencias naturales los fenómenos que se estudian provienen directamente de la naturaleza y no ha habido intervención cultural humana sobre ellos. Este peso de la cultura en los objetos a estudiar es lo que, para muchos, impide que la historia y otras disciplinas sean consideradas ciencias al mismo nivel que la física o la biología.