En unos recientes trabajos de restauración
de la abadía de la Virgen del Santo Cosmos se han localizado unas cartas entre
el Maestro Sabiondus Hermeticus, monje erudito de la abadía, y su discípulo Tomás González que están siendo
analizadas por expertos paleógrafos e historiadores. Las misivas están aportando
mucha luz sobre un controvertido tema: la relación que se establecía en la Edad
Moderna entre los sabios herméticos y alquimistas y los estudiosos de la
filosofía natural y sus prácticas tecnológicas. Reproducimos aquí dos de esas
cartas, una del discípulo al maestro y la contestación que este le dio, para
mostrar cómo estas dos formas de entender la naturaleza y su estudio convivían
en esta época.
CARTA DEL DÍSCIPULO A SU MAESTRO
Estimado maestro:
He leído los legajos que me
prestó el último día con suma atención. Aquellos que se refieren a las construcciones
de Vitrubio y los otros de los ingenios del italiano me han resultado muy
interesantes y esclarecedores y estoy practicando con ellos para mejorar la construcción
de los silos del pueblo, apuntando todo el proceso rigurosamente para que se
pueda reproducir. Tengo un primo en Salamanca que me ha invitado a participar
en una reunión de filósofos naturales en la que me gustaría contarles los
avances a los que he llegado. Ya sabe, maestro, que creo firmemente en el valor
de estas reuniones y también en el de dejar por escrito con un método claro
todos los estudios sobre la naturaleza para que así permitan el avance de las
ciencias a las generaciones venideras. A esa reunión también llevaré a uno de
los artesanos que están realizando los vidrios de la nueva iglesia para que
haga una demostración de cómo obtiene los nuevos colores y consigue esos reflejos de luz tan
especiales.
El otro tratado que me prestó, “Corpus hermeticum”, me está resultando más complicado de leer. No es solo porque esté en latín y yo no domine esta lengua del todo, si no porque los términos me resultan confusos y oscuros. He intentado reproducir una de sus destilaciones y me ha sido imposible hacerlo por la poca precisión de los datos. A pesar de que algunas de los saberes que en el libro aparecen ya los conocía de otros manuscritos que me ha mostrado, necesito de su sabiduría y su dominio de las lenguas clásicas para poder comprender del todo las enseñanzas de Hermes. Espero que en mi visita del próximo mes pueda resolverme estas dudas y avancemos en estos antiguos saberes.
Quede con Dios,
Tomas González
CONTESTACIÓN DEL MAESTRO
SABIONDUS
Buen Tomás,
Es admirable el afán de
conocimiento que demuestras frente los secretos de la naturaleza. Te tienes
bien ganado tu puesto entre los pocos de nuestros semejantes que aspiran a
sabios y a comprender la totalidad del mundo y, con ello, la verdad absoluta.
Sabes que no soy muy partidario de que los conocimientos se extiendan a mentes simples que no pueden entenderlos, pero supongo que ese grupo de personas de las que hablas de Salamanca serán eruditos merecedores de tu confianza y, por ende, mentes también abiertas al conocimiento. Recuerda que las palabras que se refieren al conocimiento del mundo son las mismas que Nuestro Padre dio a Adán en el principio de los tiempos y por eso solo pueden ser reveladas a unos pocos tras años de sacrificio, trabajo y estudio.
Continúa estudiando con tesón
el “Corpus”, Tomás. Recuerda que la natura no es solo materia sino que está completa
y tiene alma. El mundo que habitamos es el espejo de Nuestro Señor y nosotros
los hombres somos la imagen y el espejo del mundo.
En cuanto a tu poca destreza con el latín y tu amor por leer en nuestra lengua, recuerda el origen de estas palabras y la importancia que tienen y sabrás por qué solo son aptas para que las mentes privilegiadas y escogidas las lean en sus formas originales. Como aparece en las sagradas escrituras “Nolite dare sanctum canibus neque mittatis margaritas vestras ante porcos, ne forte conculcent eas pedibus suis et conversi dirumpant vos”
Persigue la verdad y la belleza de todas las cosas y purificarás tu alma mortal, Tomás. Acuérdate siempre de este consejo que te manda, junto con una oración, tu maestro.
Sabiondus Hemeticus
Like this so much;)
ResponderEliminar¡Gracías! Me alegro mucho.
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