De igual manera que los seres humanos usamos los caminos para desplazarnos en la naturaleza existen los corredores ecológicos o corredores verdes. Los animales y también las plantas tienden a distribuirse geográficamente siguiendo rutas naturales, estas zonas que conectan unos hábitats con otros se denominan corredores ecológicos y su conservación es muy importante para preservar la biodiversidad del planeta. Estos desplazamientos de las especies favorecen la diversidad genética y ayudan al equilibrio de los ecosistemas y de los procesos ecológicos y ,además, favorecen la adaptación de las especies al cambio climático ya que tienen la posibilidad de migrar a otras zonas y su lugar de origen deja de ser favorable.
Un territorio con espacios naturales bien conectados y que permita la movilidad de animales y otros seres es clave para conservar los recursos naturales, la biodiversidad, y poder así afrontar mejor los efectos del aumento de las temperaturas y de otros fenómenos climatológicos extremos. Los corredores verdes proveen a las distintas especies de espacios donde alimentarse, resguardarse de los depredadores y también de distintos hábitats para todas aquellas especies en las que necesitan hábitats variados para el desarrollar su ciclo vital.
En las zonas en las que los hábitats están conectados, existe mayor diversidad de especies y es menos probable que se extinga alguna de ellas. Cuando no existe conexión entre poblaciones la endogamia produce individuos más débiles y enfermizos y con menor capacidad reproductora.
Normalmente son las intervenciones humanas las que han aislado los hábitats y limitado estos corredores. Para algunas especies una carretera, o un monocultivo extensivo en el caso de los insectos, puede ser una barrera que impidan el paso entre dos hábitats. Para algunos animales, basta con instalar pasos subterráneos o elevados con vegetación para que puedan trasladarse.
En el caso de los hábitats fluviales, los ríos son corredores verdes naturales. Cuando construimos una presa en uno de ellos estamos separando en dos hábitats distintos a todos los seres que viven bajo sus aguas y de pueda dar la circunstancia de que especies piscícolas que viven presa abajo no lo hagan ya aguas arriba. Por este motivo se están derribando algunas presas para favorecer estos corredores naturales o se están construyendo las llamadas “escalas de peces” en aquellas presas que aún siguen en uso. Estas escalas permiten que la fauna remonte el curso del río volviendo a recuperar parte de su efecto de corredor ecológico.
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