Recetando con algoritmos

Desde que nos despertamos entramos en una espiral continua de toma de decisiones. Desayunamos o no desayunamos, si es que sí, qué desayunamos, ¿nos duchamos antes o después de desayunar? ¿o no nos duchamos? Así todo el día, todas las semanas, todos los años de nuestra vida. Hasta para no tomar decisiones tenemos que haberlo ponderado y decidido antes. Está en nuestra naturaleza pero es cierto que algunas de las elecciones y decisiones que tenemos que tomar son muy complejas y suele venir bien la ayuda de alguien externo, bien puede ser un amigo o consejero o una máquina. Hay decisiones que tomamos con más frecuencia y para las que ya tenemos una respuesta que fluye de manera más o menos automatizada debido a que hemos vivido la experiencia anteriormente y podemos actuar según cómo nos haya resultado. En cambio, para las decisiones nuevas o extraordinarias necesitamos ponderar cuidadosamente todos los factores ya que no suele haber un modelo a seguir con facilidad.

En el caso de ciertas profesiones como sanitarios o bomberos el saber elegir de manera correcta puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de otras personas o propia. Esta disyuntiva siempre debería estar en manos de una persona con capacidad para poder evaluar todos los factores o por lo menos los relevantes. , En otro tipo de disyuntivas más ordinarias, la Inteligencia Artificial o las matemáticas computacionales sí que pueden ayudarnos a minimizar los riesgos. Vamos a poner un ejemplo. 

Este es el caso de un paciente de 45 años al que se le ha diagnosticado hipertensión. El equipo médico que le trata le ha dado pautas higiénico-dietéticas pero considera que es necesario también medicarle así que se plantean usar 6 tipos de fármacos pero necesitan saber cuál sería el mejor para recetárselo según sus características. Podrían hacer una larga reunión entre los cuatro médicos del equipo y discutir los efectos beneficiosos y perjudiciales de cada uno de ellos pero esto les llevaría tiempo y en la actualidad existen formas mucho más efectivas de poder hacerlo gracias a las matemáticas. Estos son los medicamentos que quieren prescribirle:

Lo primero que tendremos que hacer es elaborar una matriz con las preferencias de prescripción de los medicamentos que tienen cada miembro del equipo médico, en este caso cuatro facultativos. Esta matriz sería así:

Siguiendo con la resolución de este tipo de problemas de toma de decisiones multiexperto y con múltiples alternativas tendríamos que unificar los criterios de todo el equipo en una sola matriz que nos ordenara las preferencias de todo el equipo médico. Esto lo podemos hacer por media artimética o bien tomando el máximo. Esta fase de la resolución matemática de un priblema de toma de decisiones se denomina de agregación.

Una vez que ya los tenemos ordenados, no hay que hacer nada más que sacar las médias de cada uno de los medicamentos y ordenarlos de mayor a menor. De esta manera, la fila 4 es la que nos da un valor mayor, por lo tanto será el medicamento más adecuado para prescribirse, después, en orden descendente estarán las filas 5, 1, 3, 2 y 6. Así que la prescipción médica preferente será IECA, Ara II, Beta bloqueantes, diuréticos, calcio antagonistas y, por útimo, betabloqueantes.

Ahora si, nuestro equipo médico ya puede extender su receta.