Los seres humanos nos sentimos más seguros entre lo conocido. Por eso, muchas veces al mirar las nubes reconocemos al ratón Mickey o un avión, es un fenómeno psicológico perfectamente normal llamado pareidolia. Cuando los primeros seres humanos miraron hacia el cosmos e intentaron estudiarlo ante tal immensidad parcelaron el cielo visible en pequeñas porciones y organizaron las estrellas en constelaciones según las formas de objetos o de personajes conocidos a los que les recordaban y para explicar sus movimientos y su situación crearon historias semejantes a las que ocurrían en sus sociedades. Crear historias...esa es otra de las formas que tenemos las personas de acercar lo desconocido a nuestra vida,
Hoy me han pedido que escriba la historia de un protón de un átomo de hierro que se encuentra en el núcleo del planeta Tierra desde su formación tras el Big Bang hasta el momento actual, de forma breve. La breve Gran historia de un protón. Por la pareidolia, es sencillo visualizar al protón como un muñeco diminuto con barba de anciano e incluso hasta bastón flotando en el ardiente magma rememorando su vida. Además, contar historias semejantes a las cotidianas, crear relatos, ha sido desde la antiguedad una de las mejores maneras de enseñar y de que se recuerde lo enseñado: así se crearon los mitos. Yo no voy a intentar crear uno, pero si usaré estas mismas herramientas para explicar de manera sencilla esta historia de fuerzas, explosiones, atracciones, repulsiones y muchas cosas más. Vamos a pensar en nuestro diminuto protón protagonista y en su larga y curiosa historia, ponle cara si se te hace más fácil para poder imaginarlo, incluso cuerpo, yo ya le he puesto hasta nombre, para mi es Fe+.
Cuaderno de bitácora.
13.800 años tras la Gran Explosión. Núcleo del Planeta Tierra.
Llevo mucho tiempo vagando. Soy un protón. Uno de los 26 protones de un átomo de hierro y ahora, junto con el otro elemento más pesado, el niquel, formamos parte del magma del núcleo de este planeta, una masa semilíquida incandescente a 6.000º. La Tierra es un planeta pequeño en una galaxia pequeña, que se aleja cada vez más de las otras galaxias en un Cosmos muy vacio y cada vez más frío. Pero esto no ha sido siempre así. Dejadme contaros la historia de mi creación, que es la misma de la creación de todo lo que conocéis y de todo lo que podéis imaginar y vuestra misma historia. Rebobinemos, vamos al principo de todo, cuando no existía nada.
La Gran Explosión. El momento 0.
Un lugar no lugar, difícil de imaginar, donde estaba todo lo que iba a ser concrentrado: materia y energía. Ahí estaba todo, estabamos todos, comprimidos en un punto diminuto con una densidad y una temperatura inimaginables...hasta que la tensión rompió el equilibrio y se produjo la Gran Explosión, el Big Bang, Ese fue el comienzo de todo: de la materia, la energía, el espacio, el tiempo...
Una diezseptillonésima de segundo tras la Gran Explosión. La era de Plank.
El Cosmos tras la explosión era bastante simple, y bastante pequeño. tenían poco más o menos mi tamaño, era como un protón. ¡Parece mentira que todo estuviera ahí tan comprimido, tan junto! La expansión continuaba y las partículas elementales chocábamos a energías tremendas. El tiempo empezó a diferenciarse también en este episodio, igual que el espacio. El progresivo enfriamiento permitió que aparecieran las fuerzas: las dos nucleares, la débil y la fuerte, la gravedad y la electromagnética. La materia oscura acelera la expansión del Universo que crecerá hasta tener unos centímetros y en esa "sopa" cosmica primigenia, el quagma, se encuentran ya las partículas elementales: los bosones de Higgs, los quarks, los electrones, los gluones y los fotones.
Una cienmilésima de segundo después de la Gran Explosión. Fase del confinamiento.
El calor se disipa, las temperatura va bajando y propicia que los quarks se puedan juntar de tres en tres. ¡Este es el gran momento para los protones!¡Ahí surgimos! De esas uniones de tres quarks los resultados serán neutrones o protones. Para cuando el universo tenga un segundo de vida ya hemos aparecido los ingredientes encesarios para conformar el mundo: protones, neutrones, electrones y las cuatro fuerzas. Comienza otra etapa de la aventura.
Cien primeros segundos después de la Gran explosión.
La guerrra no es solo cosa de la humanidad, también estaba presente en el origen de todo. Desde que surgieron hubo batallas entre quarks y antiquarks, la guerra entre la materia y la antimateria continúa ahora con la formación de pares de neutrón -antineutrón y de mis antagonistas, los antiprotones con nosotros. El descenso de las temperaturas altera este equilibrio genera una gran destrucción en la que solo uno de cada millón de pares sobrevivirá. Yo lo conseguí.
300.000 años despues de la Gran Explosión.
Entre los que han sobrevivido, nosotros los protones somos la mayoría y uniéndonos entre nosotros conformamos los núcleos de hidrógeno y juntándonos dos de nosotros con dos neutrones dimos lugar al helio. Son los primeros núcleos atómicos que conviven en un plasma junto con los electrones pero si interaccionar con ellos. Así nos vamos a quedar durante mucho tiempo, más del que puedas contar o pensar, esperando que se den las condiciones para continuar en el viaje.
380.000 años después de la Gran Explosión.
El cosmos sigue en expansión y la temperatura baja aún más. Los electrones que existían junto a nosotros ya no son tan esquivos y empezamos a unirnos. La unión entre protones y neutrones da lugar a átomos neutros, sin electricidad. Los fotones del quagma que antes colisionaban con las demás partículas elementales pudieron circular sin ataduras y empezarona emitir radiación. Esta es la que los humanos habéis podido detectar, la luz del origen del universo antes de que se formaran las primeras estrellas.
En ese momento la densidad no era igual en todas las partes del universo, la gravedad ya actuaba atrayendo a los átomos. En las zonas más densas, la fusión de núcleos de hidrógeno generando núcleos de helio producian muchísima energía y dieron lugar a estrellas. La atracción gravitatoria actuaba también sobre las estrellas juntándolas en galaxias. Las estrellas con masa suficiente continuaron uniendo por fusión nuclear núcleos atómicos que cada vez son más pesados. El núcleo de hierro al que yo pertenezco es un de los más pesados y se formó en esta época, junto con los demás elementos que luego han pasado a configurar la materia ordinaria. Los átomos de carbono, de oxígeno, de sodio o de magnesio de los cuerpos de los seres vivos también provienen de esa fusión en las estrellas. Ya no solo hay hidrógeno y helio en este universo, la gravedad ha favorecido la aparición de todo tipo de elementos distintos.
Hace 4.600 m.a. La formación del sistema solar.
Cuando las estrellas acaban su vida muchas se van apagando lentamente pero otras colapsan en una gran explosión llamada supernova que genera núcleos atómicos aún más pesados que al que yo pertenezco y que riegan el espacio con multitud de átomos de muchos elementos distintos. Estas nubes de polvo y gas cósmico se condensan por el poder de la gravedad para dar origen a estrellas y planetas. Las masa más densas formarían las estrellas y las paretes que quedaban alrededor, con menor densidad, acabarían siendo los planetas.
En los planetas, los elementos se agrupan y ordenan según su densidad. Los más pesados en el núcleo incandescente, los menos pesados hacia el exterior. Y aquí es donde estoy yo en la actualidad. Formando parte del núcleo de la Tierra. Continuando el viaje infinito que acabará cuando el universo se enfríe del todo y se expanda tanto que se quede sin energía. Eso no pasará dentro de demasiado tiempo, dentro de unos 1.032.000 años aproximadamente. Hasta entonces, ¡quién sabe qué otras aventuras me deparará este viaje!
Bustamante Diaz, Patricio. Pareidolia: una década desde su introducción en arqueología. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/pareidolia10.html 2018Romero, Sarah Así es como desaparecerá el Universo. Revista Muy interesante. Agosto 2020
Cascajosa Arroyo, Pedro José De los quarks a la última extinción Xunta de Galicia
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