Nueva York, mayo de 1984. El mundo de la cultura y la sociedad de la ciudad esperaban con impaciencia un evento. El MoMA, uno de sus museos más importantes, hacía tiempo que había emprendido su ampliación y una gran exposición con 165 artistas de todo el globo la inauguraría. Según el comisario que había seleccionado a los autores y obras, Kynaston McShine, en ella estaban "los artistas más importantes del momento" y, si alguien no encontraba sus obras allí "quizás debería revisar su forma de hacer arte y la trascendencia de su trayectoria". Entre esos 165 artistas solo aparecían trabajos de 13 mujeres. ¿Debían todas las mujeres artistas revisar y reflexionar sobre el valor de su arte? Este fue el detonante para que el día de la inauguración un grupo de artistas feministas decidieran organizarse para denunciar la invisibilización de la mujer en el arte; se hacía llamar Guerrilla Girls.
¿Qué relación hay entre los gorilas, la guerra de guerrillas, la Odalisca de Ingres y la lucha feminista?
Sus primeras acciones fueron pegar carteles en lugares concurridos de Nueva York, cerca de las galerías y de los museos, llamando la atención sobre la poca presencia de artistas mujeres o procedentes de minorías raciales en el arte que se exponía en ellos. La manera en que lo hacían era rebelde y novedosa y sus imágenes rápidamente se hicieron reconocibles. Llegaban por la noche y empapelaban todo con sus posters. Usaban los mismos medios que la publicidad y el marketing convencional en carteles llenos de ironía, con frases en las que interpelaban directamente al público, a los coleccionistas o a las instituciones artísticas en los que presentaban datos y porcentajes. Las Guerrilla Girls eran rigurosas eligiendo los datos y las estadísticas que proponían al público en sus acciones, sabiendo que eso aportaba credibilidad a sus protestas. Su obra más reconocible es un collage en el que acusan al Metropolitan Museum de Nueva York de usar a las mujeres como objetos, al no exponer apenas sus obras pero sí sus cuerpos. Utilizan el desnudo de la Odalisca de Ingres pero le colocan una de sus caretas de simio sobre un fondo de brillante tinta plana amarilla y acompañado de una pregunta difícil de olvidar junto a los datos que la avalan.
Activismo artístico y militancia feminista
El nombre que eligieron para el grupo no fue el de Guerrilla Girls en un primer momento, si no el de Gorilla Girls por las máscaras con las que se cubrían, pero una de las activistas lo transcribió de manera incorrecta como “guerrilla” y pensaron que quizás este sustantivo iba mejor con el espíritu subversivo de sus acciones. En su activismo, usaban técnicas similares a la guerrilla: pequeños grupos independientes pero organizados, con apoyo de la ciudadanía, que realizaban escaramuzas contra un potente enemigo, jugando con maestría con el efecto sorpresa. Carteladas, performances, flashmobs, videos, podcast…Lograron ser un movimiento social, activistas artísticas, actuando de manera anónima, cubiertas por las máscaras peludas de gorilas, con minifaldas y medias de rejilla, en una pose rebelde muy punk. Se ponían el nombre de guerra de mujeres del arte ya fallecidas como Frida Kahlo o Gertrude Stein porque su deseo era que el foco de la acción estuviera en sus objetivos, no en su identidad o en su trayectoria artística particular. La imagen de las Guerrilla no casaba con la del estereotipo de feminista agresiva de pelo corto y canoso y sus acciones reivindicativas eran divertidas y festivas, siempre irónicas pero sin perder la crítica social.
En su militancia por la visibilidad femenina en el arte no fueron las primeras. Para cuando ellas llegaron había toda una base conceptual bien definida que llevaba veinte años vigente. En el Nueva York de 1969 se había fundado el colectivo WAR (Women artists in revolution) un grupo de artistas feministas de varias disciplinas que ya protestaban por la falta de representantes de este género en las exposiciones de museos y galerías. En 1971, Linda Nochlin publicó un artículo que tituló “¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?” en el que analizaba quienes se habían considerado los genios artísticos de la historia y estudiaba en perspectiva el problema del acceso femenino al arte. El marco teórico ya estaba ahí, pero las Guerrilla Girls fueron más allá, expandiendo sus reivindicaciones hacía el racismo, el anticolonialismo o la gentrificación de las ciudades. Para las Guerrilla, las protestas feministas de las décadas anteriores no habían sido efectivas para lograr la igualdad en el mundo del arte así que ellas adoptaron la estrategia de acusar con nombres propios y públicamente a los responsables de la discriminación, especificando qué era lo que habían hecho mal estas instituciones o personas. En 1992, por ejemplo, realizaron una acción de protesta contra el director del Guggenheim de Nueva York en la que repartieron miles de postales rosas con un mensaje contra la inauguración de la nueva sede del museo en la que solo estaban confirmados artistas masculinos blancos. Las postales fueron enviadas en masa y, además, convocaron a una multitud de mujeres con máscaras de gorilas que se congregaron a protestar frente al museo el día de la inauguración.
Las acciones de las Guerrilla Girls trascendieron de Nueva York para expandirse por todo el mundo. Sus materiales gráficos han sido copiados por los medios de comunicación y por la publicidad. Los carteles, octavillas y audiovisuales han sido expuestos en museos de arte de todo el mundo. Han dado conferencias y participado en programas de televisión, radio, tertulias y mesas redondas. Sin embargo, varias décadas más tarde del inicio de sus acciones de protesta se puede comprobar que sus reivindicaciones no han tenido demasiado efecto en la presencia femenina en los museos. La verdadera importancia de las Guerrilla no es cuantitativa, si no haber logrado la visibilización del problema, haberle puesto nombres, apellidos y números a una situación de desigualdad y haberlo hecho, además, con sentido del humor.
Esta entrada participa en la iniciativa de octubre de 24 de @hypatiacafe con el #PVRebeldía
Todas las fotos son copyright de Guerrilla Girls, cortesía de www.guerrillagirls.com
Fuentes
Una aportación muy interesante, te aplaudo. Un placer pasar por tu blog. Saludos
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